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Author: William
•14:08
Una de las cosas más difíciles que experimente durante mi etapa de desempleo y luego durante mis quiebras financieras empresariales, fue el tratar de asistir a la iglesia o el si quiera sentarme a orar a la hora de acostarme.
Pensamientos como ¿Por qué a mí, que soy tan bueno? ¿Qué hice de malo para que me castigaras asi? o preguntas del mismo calibre, rondaban con frecuencia mi mente, la que ataviada de contrariedades, infringía sufrimiento auto permitido a todo mi ser.
Con tanto tiempo libre, y mientras me quejaba de todo lo que a mí alrededor y casa adentro sucedía, jamás deje de hacer algo productivo por mí, quizás inconscientemente, pero incuestionablemente programado en algún momento de mi vida por mi fuerza de voluntad y mi fe, a lo que me refiero es que yo: “Nunca deje de aprender”.
Aprender de mis fracasos, aprender del desempleo, aprender de mis victorias o triunfos, aprender de aquello que desconocía sobre mi negocio o empleo, aprender más sobre aquello que conocía sobre mi negocio o empleo, en fin, aprender a pensar positivamente, con fe y siempre a favor mío.
En todos lados hay recursos gratis, como bibliotecas, talleres municipales, ruedas de negocios auspiciadas por los gobiernos de turno, conferencias al aire libre, etc. Por lo que trataba de asistir a todas las que físicamente (Por que debía caminar muchas veces kilómetros de ida y vuelta) me fuera posible. Con esto y un análisis metódico de mis errores me forme una carrera, que financio mis estudios universitarios y especializaciones técnicas en desarrollo productivo de mis líneas de negocios.
Me di cuenta que ni aun las actividades bursátiles, las laureadas actividades de Wall Street, negocios de acciones (stocks), de divisas (Forex), o bonos estatales (bunds), eran la compleja actividad de la que los periódicos o canales de televisión hablaban con tanto respeto técnico. Nunca fui uno de los mejores estudiantes en los centros de estudios por los que pase, asi que estoy seguro que cualquiera puede aprender aquello que desee conocer con pasión y esmero.
Con todo esto quiero reafirmar que mi fe, aunque durante los tiempos difíciles fue débil, jamás se apago, al conocer más acerca de mis necesidades, me di cuenta que había miles de personas que sufrían circunstancias cien veces peores que la mías, asi que de a poco, y mientras más aprendía de los negocios, mis quejas se iban aplacando, entendí que era privilegiado por Dios, puesto que tales momentos desagradables simplemente eran un proceso educativo por el que debía pasar obligatoriamente, con esto, con mi voluntad por crecer y ayudar a otros, y con mi fe inquebrantable, al cabo de 12 años de esfuerzo denodado, pude salir adelante, no me detengo ante ningún obstáculo, y estoy al servicio de todos aquellos que deseen salir adelante, a enseñarles gratuitamente (este a mi alcance o n o), los métodos, o las formas para que alcancen ese sueño que les permita ser libres desde toda perspectiva, y le den o no gracias a Dios, estaré satisfecho de venerarlo en el nombre de todos.