El coyotero es un tipo de persona que con influencias políticas, o sin ellas, hace del tráfico ilegal de personas su negocio. Generalmente a él acuden las personas desempleadas, que movidas por su aparente conocimiento de mercados laborales extranjeros, se obligan a sentir necesidades por conseguir un trabajo en una nación escogida.

Pues bien, la crisis mundial, y las constantes notas de prensa sobre el desempleo generalizado y creciente, ha mermado y en mucho este tipo de operaciones, la gente prefiere ahora quedarse a sufrir en sus países, que pasar necesidades fuera de él.

El coyotero entonces, paso de ser victimario a víctima en el nuevo orden económico mundial, es otro desempleado mas que se junta a la gran lista de conciudadanos postulantes a ocupar una plaza de trabajo, en el lugar que sea, a la hora que sea, los días que sean, haciendo lo que sea. No le importa ya su pasado de peligrosa holgura financiera, quiere generar ingresos, y por eso ahora transforma en positivas recomendaciones, la experiencia que obtuvo a través de los años en su rentable ocupación delictiva.

He aquí alguna de ellas, resumidas en una entrevista que se encontraba perdida:

Reportero: Buen día y gracias por atenderme. Como sabrá usted, miles de compatriotas acuden a este sitio, para conocer alternativas laborales dependientes o independientes con las que puedan paliar su desesperada situación, usted al parecer esta haciendo algo por ello ¿De que se trata?  

Coyotero: Igualmente envió un saludo afectuosamente a usted, y sus lectores. Bueno, “Trabajando” en el oficio del coyotaje, pude apreciar muy de cerca la diversidad de talentos, aptitudes, y conocimientos sobre actividades productivas que mis clientes poseían, nunca entendí realmente porque emigraban, ni por que se exponían a maltratos racistas, poseyendo herramientas cognoscitivas que fácilmente, aquí en el país son muy apetecidas por un sinnúmero de empresas. Pero mi función no era conocer a fondo sus pensamientos, yo solo era ante ellos un facilitador de sueños, querían emigrar, y creían que yo les conseguía el sueño. Nunca nadie se dio cuenta, que todo ese esfuerzo apasiónate por la obsesión de emigrar, es el mismo que se necesita para salir adelante aquí, yo casi no participaba en su deseo, pues eran ellos quienes conseguían el dinero, quienes se daban el tiempo  y la manera de encontrarme, quienes lo volvían a intentar las veces que fueran necesarias, si eran atrapados (por la policía migratoria) en el intento, quienes esperaban madrugadas enteras por el momento propicio para partir. Y asi persistente mente hasta lograr su objetivo.

Reportero: Pero aún no entiendo esto que tiene que ver con su nuevo negocio.

Coyotero: Pues muy sencillo, ahora me he convertido en un representante de sueños, lo que hago es exactamente lo mismo que realizaba como coyotero, pero ahora de forma legal. Como los migrantes aun no se han dado cuenta que utilizando el mismo enfoque mental obsesivo que utilizaron al emigrar, pueden lograr sus objetivos, ahora con sus  desesperantes situaciones en el exterior, lo único que hago es venderles la idea que ellos mismos quieren, en esta ocasión el regresar al país a trabajar. Como ya rompieron su bloqueo mental por realizar cualquier labor sin que esto les de vergüenza mientras la situación lo amerite, entonces me es facilito el colocarles en las miles de plazas de empleo que para múltiples labores existen. A otros en cambio, a los que sí pudieron ahorrar, en base a sus experiencias (Como constructores, carpinteros, administradores, secretarias, abogados, agricultores, etc.), les he armado una gama de negocios en los que pueden emprender.

Reportero: Bueno, lo de los trabajos le entendí, pero lo de los negocios, la verdad que no ¿Cómo funcionaría esto?

Coyotero: No pues, eso es lo más fácil, le voy a recordar lo que le dije más arriba, pero le voy a cambiar las palabras emigrar, encontrar, esperar y atrapar,  por otritas y vera de mejor forma lo que trato de decirle;

“Pero mi función no era conocer a fondo sus pensamientos, yo solo era ante ellos un facilitador de sueños, querían trabajar-emprender-negociar, y creían que yo les conseguía el sueño. Nunca nadie se dio cuenta, que todo ese esfuerzo apasiónate por la obsesión de trabajar-emprender-negociar, es el mismo que se necesita para salir adelante aquí, yo casi no participaba en su deseo, pues eran ellos quienes conseguían el dinero para la operación, quienes se daban el tiempo  y la manera de emprender y aprender eso que no conocían de su actividad laboral, quienes lo volvían a intentar las veces que fueran necesarias, si fracasaban temporalmente en el intento, quienes Trabajaban o estudiaban madrugadas enteras luchando mientras se daba el momento propicio para iniciar su actividad. Y asi persistente mente hasta lograr su objetivo.”

Si ve, es lo mismo, pero por favor, esta parte no la ponga en su entrevista, porque me daña el negocito.

Reportero: Ok. Pero cuanto hay

Coyotero: Dime tu sueño y te lo convertiré en realidad… solo tendrás que hacer, un par de cositas.